jueves, 5 de junio de 2008

2.

1. Recorra un supermercado de los grandes empujando un changuito y llénelo hasta el tope con productos varios. Si lo creyera necesario consiga un segundo chango y continúe con el acopio.

2. Acérquese a la línea de cajas y permita que el empleado comience a escanear los productos que usted le trae.

3. Cuando el empleado esté a punto de terminar, mencione que olvidó comprar un producto y pida al cajero que lo espere mientras usted va a buscarlo a la góndola.

4. Camine hacia donde se encuentra ese producto, pero cuidadosamente desvíe su camino hacia la puerta de salida.

5. Aléjese del lugar y, mientras camina por la vereda ya lejos de ahí, disfrute pensando en el caos que acaba de provocar: los clientes que estaban detrás suyo en la fila estarán impacientándose, el cajero tendrá que anular toda la compra ya fichada e incontables felices contratiempos más que usted, sí usted, habrá provocado con tan poco. No se siente ahora un poco mejor?

3 comentarios:

Blus dijo...

Bueno vengo del super y te digo que la sensación no es guaaaau, pero algo es algo :P

No, posta que me cagué de risa!!!

Saludos!

Guagner dijo...

que feo estar atrás de ese señor!
Aunque hacerlo si no hay casi ningún cliente puede estar bueno.

Lulis*~ dijo...

que malo hay que ser para hacer eso che.... yo no podria con el cargo de conciencia..
mua!