jueves, 5 de junio de 2008

3.

Guillermo Guillén manejaba su poderosa moto por avenida Libertador. Vestía bien, se veía bien, sus gafas oscuras lo complementaban a la perfección. Los automovilistas lo veían pasar, las mujeres de los automovilistas lo veían pasar. Era un jinete poderoso que despertaba la admiración y el respeto de quienes se cruzaban con él.
Un día, un agente motorizado de la ley se detuvo junto a él en un semáforo en rojo. El oficial lo inspeccionó con la mirada a través de sus lentes espejados y enseguida le indicó que se hiciera a un lado del camino. Luego de pedirle los documentos, lo notificó de que estaba detenido.
-¿Detenido?-, preguntó Guillermo.
-Sí, señor,-, respondió el agente.
-¿Cuál es el delito?
-Artículo 965b: No se puede ser más groso que la policía.-, dijo el oficial mientras por el radio convocaba refuerzos que se llevaran al infractor.

2 comentarios:

Principito dijo...

Pobre Guillermo, ahora vuelven las fotomultas.

Unknown dijo...

¿Por qué se piensan que los obligan a usar cascos? ¿Por seguridad?
No.
Para que se vean ridículos.